El bombeo hidráulico reversible es un método de almacenamiento de energía que puede considerarse una especie de pila o batería gigante, capaz de producir energía cuando se necesite. Por ello, se convertirá en los próximos años en elemento fundamental de los sistemas eléctricos del futuro, al aportar valor en todos y cada uno de los eslabones de la cadena de suministro de electricidad.
Las centrales de bombeo reversible son actualmente el único sistema de almacenamiento masivo respetuoso con el medio ambiente, ya que permiten una mejor integración de la generación renovable y disminuyen las emisiones de CO2. También son económicamente viables ya que desarrollan en su totalidad con tecnología española y europea, por lo que presentan numerosas ventajas en relación a otros sistemas de almacenamiento de energía.
Cómo funciona una central de bombeo reversible
Cuentan con dos almacenamientos de agua a distinta altura, de forma que permiten bombear el agua al superior en los momentos que la producción renovable es mayor que la demanda energética, y así aprovecharla para generar energía en las horas de consumo superior a dicha generación renovable dejando caer el agua y haciéndola pasar por una turbina donde se genera la electricidad, proporcionando de esta forma energía limpia a precio competitivo y constante durante el cien por cien de horas del año.
Apuesta por las energías renovables
La apuesta por el bombeo reversible contribuirá al objetivo de disponer de un sistema eléctrico cien por cien renovable en 2050, evitando la dependencia de fuentes fósiles como el gas o el petróleo. Además, permitirá reducir los costes de producción de la electricidad debido a la reducción en el mix energético de la participación de las fuentes de generación con tecnologías con elevadas emisiones de CO2.
Asimismo, el desarrollo de este tipo de instalaciones contribuirá de forma positiva al crecimiento del PIB nacional y a la creación de empleo, debido a los efectos que supondrán las nuevas inversiones, así como al abaratamiento de la factura eléctrica. Y con un menor precio de la electricidad mejorará la competitividad empresarial y se incentivará el crecimiento industrial.